:: Conectados ¡y tan distantes! ::
Hace unas semanas estábamos en “noche de películas” con los niños. Ese día lo dedicamos a caricaturas de “los tiempos de mamá y papá” como dicen mis hijos.
Una de las series que escogimos fue “Los Supersónicos”. Tenía tanto sin verlos, eran de mis caricaturas favoritas así que yo estaba fascinada.
Pero mi gran sorpresa fue que, para mis hijos, las novedades del futuro que vemos ahí ya no son tan lejanas a lo que ellos viven cada día. ¡Muchas de los artefactos con los que yo soñaba cuando era niña ya son una realidad para ellos!
La tecnología avanza de manera impresionante. Cada día nos brinda nuevas formas de facilitarnos la vida y nos crea necesidades que no sabíamos que teníamos.
El poder comunicarnos con alguien del otro lado del mundo, ver a esa persona y poder entender un poco de su vida es impresionante. Mis hijos incluso conocen a familiares que están viviendo en otros países, los sienten cerca.
El problema es que, al mismo tiempo, esa tecnología nos está alejando de las personas que tenemos a nuestro lado.
Sé que existen infinidad de artículos, estudios y textos que tratan sobre esto, así que no voy a extenderme. Sólo quiero compartirles algunos puntos que me han funcionado en casa.
Yo soy una fanática de la tecnología, ¡me fascina! Eso llegó a crearme una especie de adicción, sobretodo al celular. ¡Es que en verdad es tan divertido!
Así que una de mis metas es usarlo menos: no tenerlo en la mesa mientras comemos, dejarlo de lado cuando estoy jugando con mis hijos, no sacarlo cuando estoy con mis amigas, no usarlo cuando los niños ya están durmiendo para aprovechar ese tiempo con mi espos@... ¡Son pequeños cambios que van haciendo la diferencia!
Comer sin celulares ni televisiones es excelente para la familia. Se aprovecha tanto el tiempo para platicar del día que tuvieron todos, ayuda a convivir y conocerse realmente.
La tecnología se ha convertido en nuestra aliada cuando se trata de entretener a los niños: no hay como un iPad cuando están desesperados o un videojuego para que estén felices una tarde. ¡Pero todo con medida!
Tenerles un tiempo limitado para usar la tecnología ayuda mucho. En cada, esto nos ha hecho ingeniárnoslas para hacer actividades al aire libre, invitar amigos al parque, hacer ejercicio toda la familia, visitar museos, andar en bicicleta, conocer a los vecinos...
¡Son tantas las cosas que hacíamos nosotros de niños y que nuestros hijos se están perdiendo por estar viendo una pantalla!
Estar al pendiente de las páginas que visitan y de lo que hacen en redes sociales e internet nuestros hijos es imprescindible. Hace unos días, una amiga estaba viendo una receta con sus niños y le apareció una imagen nada apropiada. Si no hubiera estado con ellos, ¡quien sabe qué hubieran pensado!
No les puedo decir que dejemos a un lado la tecnología por que sé que vivimos en una época donde es imposible. ¡Usémosla por que nos da grandes ventajas cuando sabemos utilizarla! Pero no nos convirtamos en esclavos de ella...
Intentemos apagar las televisiones, los celulares y el internet por una tarde... ¡Aprovechemos para estar conectados verdaderamente con lo que nos rodea, con nuestra familia, con el ambiente! ¡Estoy segura que nos llevaremos grandes sorpresas!
Paola Gutiérrez
www.caminandojuntos.net