:: ¿Eres feliz conmigo? ::
Normalmente tenemos una lista de las cosas que no nos gustan de nuestra pareja y de las cosas que quisiéramos que cambiaran. Pensamos que somos los únicos que creemos eso por que nosotros, como siempre, ¡estamos bien!
Hace unas semanas de manera espontánea se me ocurrió preguntarle a mi esposo si era feliz al haberse casado conmigo. Fue muy enriquecedor saber la respuesta y escuchar lo que en nuestra convivencia se nota y no se tendría que preguntar por que se vive. Pero un “sÍ soy feliz”, nunca está de más.
Después empezamos a platicar cosas triviales que no hacen la diferencia en la relación, pero que si hiciéramos un esfuerzo pequeño podríamos lograr ser todos más felices.
Escuchar su música, ir al cine con gusto, ver el programa que al otro le gusta, soltar el teléfono y vernos a los ojos mientras platicamos, compartir nuestras preocupaciones y también nuestros logros, tener una lista de pequeñas cosas que para el otro son importantes y que a mí no me costaría ningún trabajo hacerlas.
En realidad es sólo preguntar “¿qué puedo hacer yo para que tú seas más feliz?” y seguramente si estamos en la misma sintonía esto se regresará y nuestra pareja intentará también hacer un pequeño esfuerzo por hacer que yo también sea más feliz.
Es el simple hecho de cambiar la mirada y la perspectiva, mirar al otro y estar dispuesto a que los dos con pequeños detalles en la convivencia podamos seguir creciendo y caminando juntos durante nuestra vida.
Paloma Liñero
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