:: Me relajo, lo admiro, me arrepiento ::
Qué bonito es poder gozar por un día al menos de la tranquilidad, del "no tener nada que hacer" y poder escaparse de lo cotidiano, sin electrónicos que nos interrumpan ni nos distraigan, sin pendientes por hacer; y solo pasar el rato con la gente que más amas. Hoy doy gracias por eso: por la oportunidad de poder alejarme del ruido de laciudad, de los horarios y los compromisos, de las teles y los celulares. De ESTAR con mi familia, con mis hermanas y mis sobrinos que tanto amo; de poder darles a ellos experiencias que se convertirán en maravillosos recuerdos con sus primos y que finalmente fortalecerán nuestros lazos. Hoy agradezco a mis hermanas por ser tan buenas amigas, las más leales confidentes y las más divertidas compañeras. Que Dios no permita que nuestra relación se obscurezca por intereses vanos, por envidias o por soberbias; que nos ayude a ser humildes y que nuestros corazones no conozcan de rencores. Que podamos siempre hablarnos con la verdad y sin lastimarnos, que sepamos perdonarnos y estemos ahí para ser apoyo al levantarnos. Dios mío, ayúdame a ser justa, amable y paciente con mis sobrinos. Que sepan cuanto los amo y los admiro; que no tengan dudas de lo mucho que me gusta recibirlos en mi casa, que no vacilen en acudir a mi cuando algo se les ofrezca, que yo siempre estaré dispuesta para ellos. ¡Gracias por ellos! Me arrepiento. Me arrepiento de decir cosas que no debía, principalmente cosas de los demás que tal vez en un arrebato de ira, de coraje, lo digo, y después, me arrepiento. Porque se lo dije a alguien más, a alguien que no tenía por qué saberlo, alguien que ya se formó una imagen seguramente errónea de esa persona... Y eso es por mi culpa, es por mi boca imprudente que, en definitiva no estaba siendo objetiva, y ahora, no hay forma de deshacer lo que se dijo, no hay forma de regresar las palabras, no hay forma de resarcir el daño causado. Triste, me siento triste al pensar que tan fácilmente puedo destrozar personas; y personas que quiero; todo por no saber cerrar la boca. Lo admiro. Llegó cansado de su viaje de negocios. Llegó feliz, y eso me hace feliz a mí. Que él se sienta satisfecho con su esfuerzo y sus logros me hace feliz. Que tenga proyectos, que se trace metas y las vea realizadas, que coseche frutos de sus jornadas. Eso, me hace feliz, y me hace quererlo y admirarlo aún más. Porque el amor y la admiración van de la mano, a mi parecer; entre más lo admiro más lo amo, entre más lo amo, más lo admiro. ¡Y me encanta verlo feliz! Y aquí estoy yo, escuchándolo, apoyándolo, estando aquí. Y mañana, aquí seguiré; feliz, orgullosa, y como siempre, enamorada de mí esposo.