:: El reto: ¡24 horas sin quejarse! ::
Hace unos días me encontré con una imagen en Facebook que decía algo así: «Pasa 24 horas sin quejarte. Ni una sola vez... Verás como tu vida cambia.» Sé que hay muchos retos en internet que no tienen sentido, pero éste realmente llamó mi atención. Así que decidí intentarlo... Sonaba como algo muy sencillo... ¡Era sólo estar un día sin quejas! Pero a medida que comencé a intentarlo, descubrí que «la queja» era realmente parte de mi día. Cosas grandes, cosas pequeñas, quejas del clima, de los pendientes de la casa, de la cantidad de trabajo, del tráfico, del estrés, de la falta del tiempo... ¡Incluso del marido y de los hijos! ¿¡¿Cuántas veces al día nos quejamos?!? ¡Es impresionante como hasta el más sencillo detalle puede desatar una serie de comentarios negativos que no solucionan nada y nos dejan muy mal sabor de boca! Lo peor de todo es que el quejarse de algo, o de alguien, es un muy mal camino a seguir: no nos lleva a ningún lugar, nos quita tiempo, no nos permite lograr nuestras metas, ¡no nos hace felices! Pensemos en alguien a quien describimos como «positivo»: son personas que nos atraen, con quienes nos gusta compartir nuestro tiempo, que te sacan una sonrisa cuando estás con ellas, ¡que te hacen valorar y amar la vida! Las personas que ven lo positivo de las cosas se convierten en una especie de «solucionadores de problemas» en lugar de sólo ser críticos. Al ser positivos, comenzamos a pensar qué podemos hacer nosotros para cambiar una situación en lugar de estancarnos en lo malo. ¡Seamos más como ellas! Las excusas no nos hacen mejores personas. Les comparto unos consejos para lograrlo: Cuando nos descubramos en medio de una queja, tomemos un tiempo, respiremos y veamos algo bueno de esa situación. Si mi casa está toda desordenada es porque tengo unos hermosos hijos por quienes dar gracias. ¡No es fácil! Pero una vez que se vuelve un hábito, ¡ayuda tanto! ¡Aceptemos nuestra responsabilidad! Es muy fácil quejarse de las cosas, pero no lo es el reconocer que está en nosotros hacer un cambio, el decidirnos a actuar y no sólo hablar de ello. ¡No juzguemos a los demás! ¡Pero en serio! Todos pasamos por situaciones difíciles, cada uno tenemos nuestra historia y nuestros problemas, ¡si nuestros comentarios no ayudan a crecer a alguien es mejor guardarlos! ¡Hagamos una lista de todo lo que tenemos que agradecer! Sí, como en el colegio, sacar nuestra hoja y papel y ver la gran cantidad de personas y cosas que tengo y me hacen tanto bien. Cuando alguien más esté haciendo quejas, ¡no colaboremos! Ayudemos a cambiar el tema con algo positivo o, simplemente guardemos silencio. Cuidarnos y hacer las cosas que nos gustan también es de gran ayuda. El estar disfrutando de actividades apoya mucho el tener una visión más positiva de la vida. Lo más increíble de este reto fue el darme cuenta que no es que nuestra vida cambie cuando dejamos de quejarnos, si no que cambiamos nuestra actitud ante ella y comenzamos a valorar lo hermosa que es y lo mucho que tenemos que agradecer. Recuerda, si tenemos el tiempo para quejarnos es porque tenemos el tiempo para hacer algo al respecto. Paola Gutiérrez www.caminandojuntos.net
