:: ¿Y qué pasa con sus defectos? ::
Las llaves... Esos pequeños objetos que en mi casa siempre desaparecen cuando más los necesitamos. Las del coche, las de la entrada, las de la oficina... ¡Siempre desaparecidas cuando estamos por ir a algún lugar o, incluso, cuando regresamos a casa! Les aseguro que no es porque no tengamos un lugar destinado para ellas, simplemente es un hábito de mi esposo el dejarlas en los lugares menos pensados... ¡Se imaginaran la cantidad de problemas que hemos tenido por ellas! Pero si les confieso algo, ¡ya he aprendido a vivir con eso! Después de grandes discusiones comprendí que es algo que, aunque mi marido lo ha intentado, ¡no va a cambiar! Así que decidí no molestarme, tomar acciones como comenzar a buscar las llaves del coche media hora antes de algún compromiso, y evitar discusiones que no nos llevan a ningún lugar. Estoy más que segura que yo debo tener mil defectos con los que mi esposo ha aprendido a vivir, ¡ninguno somos perfectos! No somos las mismas personas que nos casamos, ¡ambos hemos crecido en muchísimos aspectos! Y es en esas cualidades en las que debemos poner nuestra atención cuando pensamos en nuestra pareja. No me refiero a ser conformistas, sino a decidir amar también esas fallas que no desaparecen a pesar de grandes esfuerzos. ¡Así lo prometimos el día de nuestra boda! ¡Veámonos como un complemento de nuestr@ espos@! Hay cosas para las que ell@s son mejores que nosotr@s, y otras en las que pasa lo contrario. ¡Seamos un equipo! ¡Apoyémonos en lugar de quejarnos o criticarnos! Amar las virtudes es tan sencillo... Pero amar las imperfecciones, ¡eso sí que es amor! Amar es valorar a nuestr@ marid@ CON sus defectos, con lo que nos vuelve locos, con lo que no nos gusta... ¡Amarl@ como es, no como queremos que sea! Con el tiempo, nos damos cuenta que son esos defectos los que nos recuerdan que somos personas, que estamos vivos, ¡que seguimos creciendo! Cuando estés por explotar por ese constante hábito que te saca de quicio; recuerda: tenemos la enorme suerte de amar y ser amados por esa persona tan bellamente imperfecta. Paola Gutiérrez www.caminandojuntos.net