:: Los niños no entienden de lógica ::
La otra noche viendo una serie de comedia que me encanta, me encontré con una reflexión impresionante. Por diversas circunstancias iban en un coche dos extraños, un hombre y una mujer. La mujer recibió una llamada de su hija que la estaba esperando para que estuviera en un proyecto de su escuela. La mamá no podría llegar y le trató de explicar la situación, pero su hija le colgó el teléfono muy molesta. Contándole lo que había pasado a su compañero de viaje, le explicó que ella se dedicaba a trabajar y viajar mucho para darle lo mejor a su hija, mientras su papá la cuidaba y se ocupaba de ella. Su compañero intentó animarla diciendo que todo estaría bien. Pero ella le contestó algo más o menos así: «Los niños no entienden de lógica, ellos entienden quien está presente en sus vidas, por eso su papá es su superhéroe y yo una extraña». «Los niños no entienden de lógica...» ¡Frase tan real! Ellos no saben de economía, de problemas sociales, de política... Ellos saben de juegos, de usar la imaginación y nos piden estar ahí con ellos, a papá y a mamá, tenernos de verdad en sus vidas. No digo que a partir de hoy vamos a dejar nuestros trabajos, que no nos va a importar de qué vamos a vivir y vamos a dedicarnos sólo a nuestros hijos. Pero sí es muy importante que les demos un poco de nuestro tiempo todos los días. De ese tiempo real en el que ellos son lo importante, en el que nos ponemos a jugar o platicar con ellos sin interrupciones, sin celulares, sin televisión o pantallas, en el que somos cariñosos, ¡donde les damos tención completa! ¡Sé que a veces no nos da el día y todo suena hermoso en la teoría! Pero podemos hacerlo en las actividades cotidianas: platicar mientras preparamos el baño, un juego de palabras cuando vamos en el coche, cantar mientras recogemos los juguetes, el «cuento de buenas noches»... Hay tantas formas de hacerlo cuando usamos la imaginación. ¡Son esos minutos diarios los que cambian las relaciones en una casa! ¡No tengamos prisa por que nuestros hijos crezcan! Dejemos que aprendan jugando, que se manchen la ropa y que salten en los charcos de lodo, que se caigan y sepan levantarse. Pongamos la tecnología de lado y salgamos con ellos a disfrutar la naturaleza, a ver el atardecer, a admirar las estrellas. ¡Hay que regalarles más de nuestro tiempo y menos cosas! Su infancia es una etapa irrepetible para ellos y para nosotros, ¡tendrán toda la vida para ser adultos! ¡A disfrutar que son niños ahora que es el momento! Paola Gutiérrez www.caminandojuntos.net
