:: El "¡qué dirán!" ::
Hace un tiempo, estaba preparando las loncheras para mis hijos. A uno de ellos le gustaban mucho las papillas de frutas, así que le pregunté si quería llevar una al colegio. Su respuesta, muy sorprendido, fue: «¡Noooo! ¡Mis amigos van a decir que soy un bebé!». Ya se imaginaran la risa que me causó su reacción, pero después me llevó a reflexionar: Es impresionante como desde pequeños vivimos al pendiente de las opiniones que tienen los demás sobre nosotros y nuestras acciones. Vamos a hacer algo y nos detiene lo que pensaran quienes nos rodean, nos da miedo ir contra corriente, estamos ideando qué explicaciones vamos a dar, buscamos cómo nos justificaremos, tenemos ser rechazados... ¡A todos nos gusta sentirnos aceptados y valorados! Pero cuando le damos a esto demasiada importancia, dejamos de ser nosotr@s mism@s... ¡Y la realidad es que debemos ser auténtic@s! Ser fieles a nuestros valores y principios, a nuestras convicciones, ¡a aquello que nos hace ser nosotr@s! Debemos mantener relaciones genuinas, en las que no pretendemos ser otra persona, ¡de ésas que nos motivan a ser mejores! Buscar nuestro crecimiento y el de nuestra familia, ser positivos cada día, vivir de acuerdo a los valores, ¡eso es lo importante! Cuando dejamos atrás el miedo, la vergüenza, cuando somos nosotr@s mism@s, ¡nos sentimos libres y somos más felices! No estoy hablando de que a partir de hoy vamos a hacer lo que queramos sin tener en cuenta a los demás o a las consecuencias de nuestras acciones. Parte de dejar atrás el «qué dirán» es tener en cuenta que es válido ser auténtic@ siempre que no afectemos a los que nos rodean. ¡Valoremos nuestras diferencias! Cada persona en el mundo es única y nos la oportunidad de aprender algo, ¡no juzguemos! ¡Vivamos en paz y cordialidad! ¡Aceptemos las críticas! Veámoslas como otro punto de vista y nada más. Cuando haya en ellas una oportunidad de crecimiento, ¡aprovechémosla! Si no, ¡a dar vuelta a la página! ¡Aprendamos a confiar en nosotr@s! A respetarnos y valorarnos, a hacer cosas que beneficien, a no tener miedo de compartir nuestra opinión. ¡Hagamos el bien! Recuerda, cuando damos mucha importancia a lo que piensan los demás, terminamos convirtiéndonos en otra persona. Paola Gutiérrez www.caminandojuntos.net
