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:: ¿Es necesario amarme a mí mism@? ::


Hace unas noches, estábamos cenando fuera mi esposo y yo cuando escuchamos que una persona le daba un consejo a otra. Le decía algo más o menos así: «En la vida debemos ser como nos dicen las azafatas en las indicaciones de los aviones: primero tenemos que ponernos la máscara de oxígeno a nosotros y después podemos ayudar a quienes están a nuestro alrededor». No sé cuál sería el tema o el problema del que hablaban, la verdad es que fue casualidad que escucháramos justo esa frase (y más cuando le acaba de contar a mi marido que no sabia de qué escribiría esta semana), ¡pero tiene mucho de cierto! Entre todas las actividades que hacemos cada día: el educar y formar hijos, darnos tiempo de pareja, dividirnos entre responsabilidades de casa y trabajo, estar ahí para los amigos y la familia... ¡Nos olvidamos muchas veces de nosotros mismos! No hablo de que debamos ser egoístas y sólo pensar en nuestro bienestar, ¡al contrario! Me refiero a lo importante que es el aceptarnos, el querernos y valorarnos para amar con más intensidad a quienes están alrededor. ¿Cómo queremos darle lo mejor de nosotros a los demás si no nos amamos? ¿Si no nos sentimos bien con lo que somos? ¿Si vivimos buscando la aprobación de nuestros conocidos y amigos? Amarse a uno mismo requiere de mucha paciencia, práctica, dedicación... Es enfocar nuestro esfuerzo en crear y hacer crecer nuestra autoestima. Es conocernos, darnos tiempo para estar solos con nosotros, vernos realmente frente al espejo, entender quiénes somos y por qué hacemos las cosas, ¡tiempo para reflexionar! ¡Aprendamos a tratarnos como a una persona a la que amamos! ¡Preocupémonos por nosotros como lo hacemos por los demás! No se trata de cegarnos y no ver nuestros defectos, sino de poner en perspectiva la realidad, de ser objetivos y encontrar esas áreas en las que podemos seguir creciendo mientras mantenemos las que están bien. Cuando dejamos de ser los jueces más duros con nosotros, cuando nos valoramos por nuestras virtudes en lugar de atacarnos por nuestros defectos, ¡comenzamos a aprobarnos y a ser más libres y felices! ¡Enfoquemos nuestra atención en lo bueno de la vida, de las situaciones, de las personas y, especialmente, de nosotros mismos! Y como les he dicho en otras ocasiones: ¡cuidemos nuestro cuerpo! Una buena alimentación, hacer ejercicio cada día, suficiente sueño, tener un hobby que nos distraiga... ¡cuidarnos nos cambia la vida y la actitud ante ella! Recuerda, amarnos es aceptar que no necesitamos ser perfectos para sentirnos bien, ¡necesitamos valorarnos, seguir creciendo y dar lo mejor de nosotros cada día! Paola Gutiérrez www.caminandojuntos.net

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