:: Y tú, ¿cómo actúas ante la crisis? ::
No podemos negar que conforme pasan los años y nuestra vida avanza, las crisis no sólo aumentan en número, sino en complicación. El trabajo, el noviazgo, el matrimonio, los hijos, las pérdidas, problemas de salud, económicos, existenciales,… En fin, cientos de diferentes problemas. Por momentos pensamos que no vamos a salir y luchamos y vencemos el obstáculo; a veces la pérdida es tal que creemos que no vamos a poder seguir y finalmente, con mucho dolor pero con fortaleza, logramos seguir adelante a pesar de todo. Con el paso de los años veo también como muchas personas, muchas parejas especialmente, utilizan estas crisis de dos formas: La primera y muy frecuente, como pretexto para abandonar la lucha, deshacerse de la responsabilidad compartida y dejar todo. Lo más triste es ver que dejan todo pensando que con eso su vida cambiará y los problemas dejarán de existir. Es increíble ver como personas adultas, creen que cerrando los ojos, volteando hacia otra dirección y cambiando de vida sus crisis van a desaparecer. Por otro lado tenemos a los matrimonios que ven en la crisis, en la lucha, una oportunidad para crecer. Esto se da de manera natural porque sientes el compromiso, existe el amor y sabes que por más dura que sea la prueba siempre la recompensa será más grande. No lo piensas, sigues adelante, cuando ves a uno mal sabes que es el momento de salir al paso y animarlo y cuando tú eres quien ha caído, llega el otro y sin pensarlo te levanta. Es algo automático, no lo piensas, porque el que piensa duda y el que ama da la vida sin pensarlo. Sobrevivir crisis graves, enfermedades, pérdidas en familia siempre dejará una huella en cada uno de los que la sufrieron o la sufren, una dulce cicatriz que al tocarla te recuerda que esa herida fue curada en conjunto y que valió la pena sufrirla porque fortaleció el vínculo y a cada uno de los que estuvieron en el momento de dolor y lucha. Yo no soy nadie para dar consejos, pero en mi experiencia, vale la pena morir sufriendo con amor, que salir corriendo sin amor y sin dirección. Paloma Liñero www.caminandojuntos.net