:: Oración para después de un día de trabajo ::
Señor:
Después de un día de arduo trabajo,
vengo ante Ti con un cuerpo agotado,
con un corazón preocupado,
con mí ser lleno de ansiedad.
La exigencia del trabajo hace que me encuentre
en un estado de alerta constante, robándome la paz.
Me hundo en la espiral del estrés,
en la vorágine del correr para alcanzar a hacer todos los pendientes del día.
Ayúdame, Señor, a que mi trabajo diario no se vuelva
un obstáculo que me aleje de mis seres queridos.
Que la preocupación no robe momentos valiosos con mi familia,
haciéndome una persona reactiva por el exceso de trabajo.
Ayúdame a que mi trabajo no se vuelva mi fin último,
que la autoexigencia no se vuelva un verdugo en mi vida
quitándome hasta las horas que deberían ser de descanso.
Ayúdame a tener fuerza de voluntad para que,
terminadas mis horas laborales
tenga la capacidad para darles a los míos y a mí mismo tiempo de convivencia bien merecido,
volcándome a esto sin tener en mente las preocupaciones.
Ayúdame a valorar el trabajo de mi cónyuge.
Que nuestra labor se vuelva un trabajo en equipo por el bien de la familia,
donde exista un “nuestro” y no un “tuyo y mío.”
Ayúdame a darte gloria en mi trabajo,
que seas mi modelo y que el fruto de mi esfuerzo y el trato con mis compañeros
me den tranquilidad de conciencia y la certeza de que como hijo tuyo que soy,
te haga sentir orgulloso de mi buen actuar.
Tú, Señor, buscabas momentos de descanso.
Te retirabas con tus apóstoles a disfrutar de su amistad.
Ayúdame, como tú lo hacías, a valorar el descanso.
Finalmente te entrego toda esta ansiedad y preocupaciones,
las pongo en tus manos.
Amén