:: ¡Qué difícil verlos crecer! ::
Cuando nos casamos y tenemos hijos pequeños, no pensamos que un día se van a ir y tomarán sus decisiones, nos gusten o no.
Es relativamente fácil lograr, mientras los hijos son chicos , que vayan por el camino que nosotros les hemos planeado.
Elegimos su escuela, los principios que les vamos a inculcar, el deporte que van a practicar y en ocasiones hasta las amistades con las que queremos que salgan. Hasta ahí todo esta bajo control... bajo nuestro control.
Pero, ¿qué sucede cuándo de pronto te das cuenta de que crecen? ¿que sus opiniones ya no son iguales que las tuyas? ¿que las decisiones que quiere tomar no te agradan? ¿qué pasa cuando llega el momento de que se vayan y has perdido el control?
Ese momento en el que te paras, los ves caminar y te encuentras con la dura realidad de que lo que sembraste ya quedo ahí, pero que el fruto ya no depende de nosotros.
Ese momento llega y con gran dificultad pero con un inmenso amor nos toca dejarlos caminar, verlos crecer, madurar, caerse y levantarse, seguir adelante ya sin nosotros a su lado; pero jamás solos, porque un hijo que crece en un lugar lleno de amor y respeto, siempre volverá por un consejo de sus padres.
¡Ánimo, cuesta mucho verlos crecer, es muy duro ver cuando se van... pero la satisfacción de verlos realizarse es inmensamente más grande que el dolor!
Paloma Liñero
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