:: Pensar bien antes de casarse ::
Platicando con mi marido, me comentaba que un día que le llamé durante el trabajo le hizo el comentario a uno de sus compañeros solteros que debía pensar muy bien antes de casarse. Fue tema en la oficina en la que todos los hombres coincidían y le daban este consejo: pensar muy bien antes de casarse.
En el momento en que mi marido me lo decía, casi me da algo, no me hizo nada de gracia. Por supuesto me le fui directo a la vena diciéndole que qué le pasaba, ¡cómo era posible que él diera esos consejos!
Estoy de acuerdo en que nuestro matrimonio no es ejemplo para nadie, pues estamos llenos de errores y defectos pero ¿de ahí a decirle a alguien eso? ¡En verdad quería ahorcarlo!
Él, muy serenamente me dio sus razones, bastante válidas, por cierto. Yo le argumentaba que además de pensar bien antes de tomar la decisión más importante de tu vida, debes pensar bien con quién casarte.
Si bien, el matrimonio tiene momentos maravillosos, también hay momentos muy difíciles y pasarlos con alguien que es completamente ajeno a tus creencias, costumbres, estilo de educación, debe ser todavía más difícil. Los defectos de ambos se acrecentarán con la edad, el pensar “Yo l@ voy a cambiar” es uno de los más grandes errores que podemos cometer.
Hace unos años, antes si quiera de conocer a mi marido, una gran amiga me dio estos consejos:
Observa bien sus defectos. ¿Estás dispuesta a vivir con ellos por el resto de tu vida?
Antes de casarte, usa unos lentes que parezcan lupa, para ver bien todo lo que hay en tu novio, y en el momento de casarte, usa unos lentes de sol, que te impidan ver hasta el más mínimo defecto del otro.
Fíjate bien que la otra persona te quiera. Que no sea un noviazgo por capricho o simple enamoramiento. ¿Estarán dispuestos a soportar todo durante la vida solo por amor?
¿Cómo trata a sus papás, hermanos, amigos, superiores y personas que dependen de él (o de ella)?
Con esto no quiero decir que yo esté descubriendo el hilo negro para tener un matrimonio exitoso, simplemente busco compartir los consejos que alguien me dio y me ayudaron a elegir al hombre que tengo a mi lado, ése que aún lleno de defectos me hace la mujer más feliz del mundo, ése por quien estoy dispuesta a seguir adelante, ése por quién aposté pasar el resto de mis días.
Rocío López
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