:: No abras la puerta a un tercero ::
Estoy sorprendida de la gran cantidad de matrimonios que se separan por que piensan que el amor se terminó, por que después de varios años se dan cuenta que su espos@ no tenía los mismos ideales, por que de pronto y sin buscarlo llega alguien que habla de la manera que quieren y les dicen lo que quieren oír, por que sin importar lo construido creen que es el momento de hacer un verdadero castillo, uno de cuento con un príncipe y una princesa.
Me sorprende que no estamos hablando solamente de matrimonios jóvenes, sino de matrimonios que llevaban años juntos.
Creo que la vida de apariencias deslumbra a las personas y creen que detrás de lo que ven solo hay sonrisas, aventuras y emoción. Ese tipo de relaciones solo se dan en Facebook, en las fotos de Instagram y en los desayunos con las amigas; debemos ser maduros y pensar que detrás de todo esto existe la realidad: esa de todas las parejas.
Las verdaderas relaciones exigen esfuerzo, sacrificio, seguramente discusiones; van colocando cada vez un ladrillo más en la verdadera construcción... En la construcción del verdadero matrimonio.
Cuida que seas tú la persona que está a su lado en los momentos difíciles, escucha cuando tiene problemas, ten paciencia en los momentos complicados, disfruta de sus éxitos y no permitas que sea tu mejor amig@, su coach, o simplemente un extraño quien que este dispuesto a ocupar el lugar que te corresponde a ti.
Cuida que la mayor convivencia sea entre ustedes y no le des espacio a alguien más para ser ese oído que escucha, esa voz que habla y, mucho menos, esos brazos que dan el abrazo que necesitan.
Tambien es importante que no te dejes deslumbrar por que ese tipo de relaciones duran lo que un espejismo.
Construir desde los cimientos es cansado, doloroso y en ocasiones pasa por momentos críticos, pero nos da la certeza de estar en un lugar seguro y duradero... un verdadero hogar.
Paloma Liñero
www.caminandojuntos.net
