top of page

:: No hay comparación en el amor... ::


No compares peras con manzanas por que a pesar de que son frutas, tienen caracterísiticas totalmente diferentes, propiedades distintas y ninguna es más buena que la otra, simplemente son diferentes.

Generalmente tenemos la tendencia de hacer comparaciones. En este caso específico quiero hablar de ésta polémica y frecuente pregunta: ¿A quién quieres más a tus hijos o a tu esposo?

Esa pregunta es igual que la que te hacen para saber si quieres más a un hijo que a otro ó si quieres más a tu papá o a tu mamá.

Definitivamente el amor de los padres a los hijos se da de manera natural desde el momento en el que sabemos que existen, desde el momento de escuchar su pequeño corazón latir. Eso es un amor, pudiera yo decir, incondicional.

No importa lo que hagan los hijos, uno siempre los va a querer. No importa el camino que tomen, siempre va a estar uno esperándolos para abrazarlos, si se equivocan, si toman malas decisiones, si en algún momento deciden alejarse, siempre vamos a estar esperándolos con los brazos y el corazón abierto para recibirlos, escucharlos y siempre darles una y otra y otra oportunidad. No hay un amor igual que el de los padres a los hijos.

Ahora bien, el que nuestro amor por los hijos sea natural e incondicional, no quiere decir que a nuestr@ espos@ lo queremos menos o lo queremos más... Es simplemente que lo queremos de una manera diferente.

Es más, me atrevería a decir que tiene que ser un amor más fuerte por que éste requiere voluntad, esfuerzo, lucha diaria, constacia y compromiso. Amar a nuestra pareja es una decisión de amor que implica voluntad y trabajo, a diferencia del amor por los hijos que se da de manera natural y brota del corazón sin pensarlo.

A un hijo le perdonamos casi todo, sino es que todo, pero a un espos@ se requiere de muchas virtudes para llevar nuestro compromiso hasta el final.

Está claro que si queremos que nuestros hijos estén bien, tenemos que estar bien con nuestro cónyuge. Es por eso que el esfuerzo con nuestra pareja es más grande y vale la pena.

Busquemos en lugar de comparar, crecer en el amor. Que nuestro amor por los hijos además de ser incondicional, busque formarlos para la vida y que el amor a nuestra pareja crezca y se fortalezca en virtudes que nos lleven a Caminar Juntos hasta el final.

Paloma Liñero

www.caminandojuntos.net

NO TE PIERDAS...

CATEGORÍAS

bottom of page