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:: Tu opinión cuenta, pero... ::


Dicen por ahí que "el que no oye consejos, no llega a viejo". Estoy segura que la experiencia de las personas que han pasado por similares circunstancias nos puede siempre ayudar, pero también tenemos que tener cuidado con tanta gente que le encanta ir opinando sin saber las circunstancias y queriendo decir lo que está bien y lo que está mal de nuestra vida, de nuestro matrimonio, de la pareja y, ¿porque no? De la educación de nuestros hijos.

Creo que es importante tener la mente abierta y una actitud de escucha cuando se trata de algo que nos puede beneficiar, pero es aún más importante el nosotros saber hacia donde nos dirigimos, con quien vamos y al lugar al que queremos llegar para no dejarnos desviar de nuestro camino al primer comentario.

En nuestra sociedad muchas veces iniciamos proyectos sin tener claro el objetivo, y vamos tomando decisiones de acuerdo al momento y las circunstancias o a los gustos y opiniones de otras personas.

Nuestro matrimonio y nuestra familia es un proyecto de vida que nos va a dar las herramientas para alcanzar la construcción de esa gran obra tiene una arquitectura única e inigualable.

Al escoger a nuestr@ pareja, el "quién" ya lo tenemos y es al que elegimos para que nos acompañe en este proyecto que nunca termina y que requiere de todas nuestras capacidades y nuestra fuerza.

Una vez que ya decidimos nuestr@ compañer@ vale la pena tomarnos un tiempo juntos para decidir qué tipo de construcción queremos, hacia donde queremos llevarla, por qué la estamos haciendo y para quién hemos decidido trabajar.

Teniendo claro nuestro proyecto de familia y estando seguros de lo que buscamos, entonces sí podemos escuchar un buen consejo de alguien que creemos que comparte nuestras ideas e ideales y la opinión de esa persona que sabemos que a pesar de todo nos va a decir lo que piensa y aunque en ocasiones nos duela, estamos seguros que lo hacen porque nos quieren.

Igual de importante es tener cuidado al escuchar que tener cuidado al hablar. Aprendamos también a no opinar sin saber, a no juzgar si no estamos en condiciones de hacerlo y respetemos siempre las decisiones de los demás porque ni tú ni yo sabemos cuál es finalmente el tipo de construcción que se eligió y de la cual además seguramente no somos expertos.

Paloma Liñero

www.caminandojuntos.net

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